Antes de entrar a una sala de proyección cinematográfica, los espectadores habituales recurren a ciertas acciones. Algunas de ellas involuntarias, para elegir la cinta que verán. Varias de esas acciones terminan siendo ejercicios de asociación y de compilación de experiencias cinematográficas anteriores. En ese momento, sale al ruedo el nombre del director, los actores. Algunos, más académicos, focalizan su atención en guionistas, editores y músicos. Incluso hay quienes documentan su viaje al cine y siguen los consejos del crítico de su preferencia, construyendo un criterio para elegir la película que observarán. Nada está seguro hasta ver la cinta en la más tranquila de las oscuridades… por lo que no siempre, a pesar del esfuerzo mental, los resultados son los esperados. Con “Enemigos Públicos” pasó algo muy interesante: lo primero que precisé fue lo atrayente de la historia, y lo poco habitual que resultaba hacer una película de cine Negro en la actualidad. John H. Dillinger -22 de junio de 1903 – 22 de julio de 1934-, uno de los más importantes iconos de la cultura popular estadounidense, asaltante de banco durante la gran depresión y -como mucho de estos personajes- gigoló consumado, constituía el protagonista perfecto para ser explotado en la gran pantalla, si a esto le sumamos -segundo punto de precisión- que quien lo interpretaría, sería Johnny Depp, uno de los más significativos y versátiles actores de la actualidad, y que además goza de una capacidad impresionante para acertar en la selección de sus papeles. Basada en el libro de Brian Burrough "Public Enemies: America's Greatest Crime Wave and the Birth of the FBI, 1933-43", la cinta, que de antemano dejó claro que no me pareció –tan- mala, se convierte en un claro ejemplo de una buena historia no tan bien explotada, y en un más claro ejemplo de desproporción artística-argumentativa, donde se hicieron sacrificios dramáticos por logros visuales. Con un ambiente fotográfico impecable, la película espléndidamente recreada en los años 30, logra atrapar al espectador pero en ocasiones flaquea, dejando desprotegidos a los personajes principales al punto de hacerlos parecer insulsos por momentos -sin demeritar las actuaciones, ya que esto parece ser problema del director y su visión de los personajes-.
miércoles, octubre 07, 2009
Enemigos Públicos, La leyenda de John H. Dillinger
Hasta allí tenemos una película que resulta una bomba de succión para cualquier espectador que circunde las salas donde se presenta.
Con nombre propio, había tres puntos más que me empujaron al recinto cinematográfico:
1. Michael Mann, director del film, quien a hombro partido, se ha ganado cierto prestigio después de cintas como The Last of the Mohicans (1992), ‘Heat’, The Insider (1999), la muy amable ‘Ali’ (2001), y Collateral (2004).
2. Christian Bale- uno de los grandes- quien junto a Christopher Nolan, hizo de Batman un personaje menos caricaturesco.
3. Y la hermosísima Marion Cotillard, la cual todavía retumba en mis pupilas encarnando magistralmente a Édith Piaf.
Al final, Salí del cine con sentimientos encontrados, pero sin arrepentimientos.
Mann manufactura una película que al final resulta una mescolanza entre cine negro, thriller y drama, que le confiere cierta versatilidad en un ambiente de realidad extrema, que de alguna forma desencanta los años treinta, pero que en ocasiones incrusta al espectador en la película y lo confina a la mitad de una balacera de la cual no puede salir.
Enemigos Públicos es una película realizada con profesionalismo pero que sin lugar a duda le hace falta algo de pasión.
Clasificación: RECOMENDADA PARA MAYORES DE 12 AÑOS
País: Estados Unidos
Duración: 140 minutos
Reparto: Johnny Depp, Christian Bale, Marion Cotillard, Jason Clarke.
Director: Michael Mann.
En Cartagena: Multiplex Caribe Plaza, Cll 29 con Cra 22 - Local 241 Pie de la Popa.
Cinemas La Plazuela La Plazuela Dg 31 71-140.
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