miércoles, octubre 07, 2009

Enemigos Públicos, La leyenda de John H. Dillinger

Antes de entrar a una sala de proyección cinematográfica, los espectadores habituales recurren a ciertas acciones. Algunas de ellas involuntarias, para elegir la cinta que verán.

Varias de esas acciones terminan siendo ejercicios de asociación y de compilación de experiencias cinematográficas anteriores. En ese momento, sale al ruedo el nombre del director, los actores. Algunos, más académicos, focalizan su atención en guionistas, editores y músicos. Incluso hay quienes documentan su viaje al cine y siguen los consejos del crítico de su preferencia, construyendo un criterio para elegir la película que observarán.

Nada está seguro hasta ver la cinta en la más tranquila de las oscuridades… por lo que no siempre, a pesar del esfuerzo mental, los resultados son los esperados.

Con “Enemigos Públicos” pasó algo muy interesante: lo primero que precisé fue lo atrayente de la historia, y lo poco habitual que resultaba hacer una película de cine Negro en la actualidad.

John H. Dillinger -22 de junio de 1903 – 22 de julio de 1934-, uno de los más importantes iconos de la cultura popular estadounidense, asaltante de banco durante la gran depresión y -como mucho de estos personajes- gigoló consumado, constituía el protagonista perfecto para ser explotado en la gran pantalla, si a esto le sumamos -segundo punto de precisión- que quien lo interpretaría, sería Johnny Depp, uno de los más significativos y versátiles actores de la actualidad, y que además goza de una capacidad impresionante para acertar en la selección de sus papeles.

Hasta allí tenemos una película que resulta una bomba de succión para cualquier espectador que circunde las salas donde se presenta.
Con nombre propio, había tres puntos más que me empujaron al recinto cinematográfico:

1. Michael Mann, director del film, quien a hombro partido, se ha ganado cierto prestigio después de cintas como The Last of the Mohicans (1992), ‘Heat’, The Insider (1999), la muy amable ‘Ali’ (2001), y Collateral (2004).
2. Christian Bale- uno de los grandes- quien junto a Christopher Nolan, hizo de Batman un personaje menos caricaturesco.
3. Y la hermosísima Marion Cotillard, la cual todavía retumba en mis pupilas encarnando magistralmente a Édith Piaf.
Al final, Salí del cine con sentimientos encontrados, pero sin arrepentimientos.

Basada en el libro de Brian Burrough "Public Enemies: America's Greatest Crime Wave and the Birth of the FBI, 1933-43", la cinta, que de antemano dejó claro que no me pareció –tan- mala, se convierte en un claro ejemplo de una buena historia no tan bien explotada, y en un más claro ejemplo de desproporción artística-argumentativa, donde se hicieron sacrificios dramáticos por logros visuales.

Con un ambiente fotográfico impecable, la película espléndidamente recreada en los años 30, logra atrapar al espectador pero en ocasiones flaquea, dejando desprotegidos a los personajes principales al punto de hacerlos parecer insulsos por momentos -sin demeritar las actuaciones, ya que esto parece ser problema del director y su visión de los personajes-.

Mann manufactura una película que al final resulta una mescolanza entre cine negro, thriller y drama, que le confiere cierta versatilidad en un ambiente de realidad extrema, que de alguna forma desencanta los años treinta, pero que en ocasiones incrusta al espectador en la película y lo confina a la mitad de una balacera de la cual no puede salir.
Enemigos Públicos es una película realizada con profesionalismo pero que sin lugar a duda le hace falta algo de pasión.

Clasificación: RECOMENDADA PARA MAYORES DE 12 AÑOS
País: Estados Unidos
Duración: 140 minutos
Reparto: Johnny Depp, Christian Bale, Marion Cotillard, Jason Clarke.
Director: Michael Mann.
En Cartagena: Multiplex Caribe Plaza, Cll 29 con Cra 22 - Local 241 Pie de la Popa.
Cinemas La Plazuela La Plazuela Dg 31 71-140.

martes, octubre 06, 2009

El año que mis padres se fueron de vacaciones

A propósito del XI festival de cine para niños y jóvenes Festicinekids, que se realizará en nuestra ciudad del 21 al 27 de septiembre, me resultó muy grato encontrar, husmeando en una compilación infantil, una cinta brasilera que en particular causó en mí una grata impresión.

“El año que mis padres se fueron de vacaciones” significa un cine fresco y enternecedor, un cine de detalles, y en especial un cine cargado de pasión por el fútbol.

La historia que trascurre en el Brasil de los años 70, en medio de una dictadura militar y una evidente desestabilización social, es una historia que se nos muestra a través de los ojos de Mauro, un niño de 12 años que cursa su infancia totalmente despreocupado por la condición política de su país, pero que por el contrario, vive la fiebre de su selección nacional de fútbol y las ganas de ver a su país campeón mundial en el certamen que se celebró en México (1970).

La película muestra, casi inocentemente, una época dura en la historia de Brasil a manera de denuncia, pero alejada totalmente del pasquín político. La época observada con los ojos de Mauro desencartonan lo brusco de los hechos históricos, dotando a la cinta de una simpatía placentera.

Debo agregar -exponiéndome a la censura pública- que no me gusta el fútbol, lo que de antemano me predisponía un poco frente a la cinta, por lo cual fue una grata sorpresa para mí el tratamiento que se hizo de historia, y la delicadeza con la que se envolvió en una manta de ternura.

Fotográficamente acertada, manchada por un tenue tono amarillo que deja en el espectador una sensación de haber estado en Brasil en los años 70, la cinta resulta agradable, para pasar un rato en familia, en la tranquilidad de una sala oscura.

Ficha técnica

Dirección: Cao Hamburger.
País: Brasil.
Año: 2006.
Duración: 105 min.
Género: Drama.
Interpretación: Michel Joelsas (Mauro), Daniela Piepszyk (Hanna), Germano Haiut (Shlomo), Paulo Autran (Mótel), Caio Blat (Ítalo), Simone Spoladore (Bia), Eduardo Moreira (Daniel), Liliana Castro (Irene), Rodrigo dos Santos (Edgar).
Guión: Cláudio Galperin, Bráulio Mantovani, Anna Muylaert y Cao Hamburger.
Producción: Fabiano Gullane, Caio Gullane y Cao Hamburger.
Música: Beto Villares.
Fotografía: Adriano Goldman.
Montaje: Daniel Rezende.
Diseño de producción: Cássio Amarante.
Vestuario: Cristina Camargo.

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